dormida
y con el silencio entinto mis versos
con mis manos, en tu piel, dibujo poesía.
Es larga la noche y muy corto el día
veo el tiempo pasar, en tu rostro plasmado
y la tristeza se vuelve alegría.
Duerme doncella mía
duerme que esa almohada es manantial de fantasías
y yo sólo anhelo ser el carcelero de tus besos.
Déjame vivir el embeleso de pecar en tus brazos
de tu piel sentirme preso
y sea tu pecho mi lecho.