GRACIAS A QUIENES CREEN EN MI, GRACIAS POR DARME OTRO MOTIVO PARA SEGUIR...

Aprende algo
Antes que acabe tu día!!!

Estás aquí.

Estás aquí... y tu presencia se hace sentir con la brisa de diciembre
en el rojo vino que derramado en estas hojas deja ver tu silueta
en la luz noctámbula que menosprecia tu brillo
en el oscuro cielo, en la luna esbelta

Estás aquí, en las horas que esperan sin resignación que aparezcas
en aquello que respiro y no tiene tu calor
en mis huellas que no encuentran un camino
en el ruido aquel que conviertes en canción

Estás aquí…

Estás aquí, pues mis letras hablan de ti
mi cama susurra tu nombre antes de dormir
mis ojos te saludan en todas partes,
y aunque no pueda encontrarte

estás aquí...

¿Donde está?

¿Será que se ocultó.?

¿Será que en oscuro túnel su luz apagó.?

O será que simplemente estos ojos no le pueden ver ¿A dónde fue?

Le he buscado en cada rincón de la luna, debajo del mar y detrás del sol.

En cada hoja caída, en cada rastro de lagrima vivida, en cada suspiro cual lobo a su luna, conté las estrellas una a una y no le pude hallar.

Quise callar a ver si le podía escuchar, grité muy fuerte a ver si respondía, le busqué de noche, le busque de día, solo el vacío existía, cada paso una agonía, y no le pude hallar.

He escuchado que existía y me pregunto si ya acabó, no le puedo ver, aunque a veces le sueño y metafóricamente nace mi alegría. No; Definitivamente no es una utopía.

¿Ha donde fue? He visto el amanecer, el tardecer y anochecer el alegre día, más, no le he podido ver.

Se donde esta la luna en su noche fría se donde esta el sol con su alegre fulgor, se ha donde van los días, pero, no se donde esta el amor.

No es poesía

No es poesía, esa mujer que mata mis utopías y que llena de palabras todas las líneas de este libro que me guía por el día a día, no es poesía.

La poesía no existe, solo es el reflejo de una vida de una lira, de un evento, de una fantasía, solo existen las palabras, la luna con sus estrellas, el sol con su destellar las huellas que quedan en la arena y el agua que se las lleva, existe la rosa que mojada de rocío es una musa para cualquiera que de ellas se quiera adueñar, pero no existe la poesía.

No existe la poesía puesto que no puedo robar de sus ojos la infinidad, no existe sino puedo su mano tomar y guiar la barca de mil fantasías en el infinito mar, si no estas, que luna va a brillar en su desvelo triste, no, la poesía sin ti no existe.

Un mundo...

Quisiera pintar los sueños de azul y el cielo de negro y abrirle millones de agujeros, no llamarles estrellas, sino pensamiento y dejarlos volar en lo infinito del tiempo.

Que el sol pintara de amarillo solo la conciencia de aquellos que tienen oscuridad en su corazón, hiciera de las rosas regar su hermosura, y de amor llenar todo rincón, toda la azúcar del mundo vertería en el mar y endulzar en planeta con sonrisas, abrazos y felicidad, enviase a la escuela solo a aquel que no sabe sonreír, que puedan aprender que si vale la pena ser feliz.

Si pudiera, nadarían en el mar, solo los buenos deseos que vagan por el mundo, haría del llorar solo un lugar donde al entrar entregues vuestra tristeza y en recompensa miles de envases llenos de felicidad.

Adornaría los caminos con dulce de higo y piedras de almendra y chocolate, estrellas fugaces acompañarían el andar y el destino seria solo un dulce que saboreamos antes de llegar...

Colocaría bancos de esperanza en cada esquina y de regalo un poco de optimismo, un mundo donde el color sea sinónimo de alegría y arco iris, un mundo sin carencia, podredumbre y dolor...

Tú y yo

Quiero comenzar y volar en tus brazos que son como la arena mojada de mar.

Mojar tus labios en los míos y verlos como los pétalos de aquella rosa impregnada de rocío.

Tocar tu silueta en la noche espesa en la que en el tejado un gato enamorado le canta a su luna mientras en tu cuerpo se estrellan luceros y una gota de amor hace que nuestros cuerpos se unan y dejemos de ser dos.

Tener tus pensamientos y dejarlos entre mis dedos correr, y de tus ojos poder beber la dulzura que tus palabras dan con calor cuando tus brazos me dan del paraíso la dirección y camino en las huellas de tus besos y ya no existe mas nada que no pueda llamarse amor.

Quiero comenzar a crear un universo solo para los dos…

No tengo una lágrima más para ti

Con tu ausente aroma pasan las horas y pienso en ti, tengo mil y un palabras por escribir, pero ya no tengo una lágrima más para ti.

Y ha sabiendas que no estas a veces me haces sonreír, y si el recuerdo me trae un día gris, aun así no tengo una lágrima más para ti.

El tiempo no causa olvido, ni este se da con el tiempo, el suspiro derramado aun cuando lo seca el viento deja una huella que por muy invisible sigue viviendo, y recorriendo el paso de los días se puede sentir, aun así, no tengo una lágrima más para ti.

Y si te nombro entre mis días es porque te llevo escondida en las miradas vacías, en mis noches y mis días, en los pétalos de las hojas caídas.

Puedo mentir y decir que te he olvidado, ignorar la imagen de ti que creo en todos lados, decir que no me duele el que no estés, ver otro día amanecer y buscarte en los espacios que llenaba tu presencia, pero hoy me doy cuenta que tu ausencia es una metáfora, aun estas aquí, aun te puedo sentir, aun hablo de ti y siempre vivirás en mi, aun cuando ya no tenga una lágrimas mas para ti.

Dime

Te consigo en cualquier sonrisa, dibujada en las estrellas, en las curvas de mis rosas de papel, en el olor que desprenden cuando pienso en ti, en lo que me haces sentir cuando al despertar de mi utopía me doy cuenta que no estas aquí y esperar otra noche para que tu ausencia se aleje, y volverte a sentir.

¿Acaso me has de recordar?... ¿o si tal vez mientras tus labios besando los de otro, algún destello del pasado me ha llevado ha tu lado?

¿Conservaras mis poemas donde nadaban las palabras aquellas que nunca deje de decir?

¿Acaso desde tu cama recordaras esa sonrisa que siempre compartíamos o esa mirada que aunque callada era lo mejor que podíamos decir?

Respóndeme desde tu ausencia si al escuchar aquella canción se recrea mi presencia en ti.

Dime si ya me enviaste al baúl o cuelgas día a día mis palabras al sol para que no puedan morir.

Arranca esa seguridad que tengo de pensar que me has olvidado, o al menos asegura que aunque en vano, guardas con recelo y muy ocultado aquel amor que te di; dime que aunque marchitado guardas sus pétalos secos entre las hojas de algún cuaderno en el cual ya no quieres escribir. Aunque no estés dime si de vez en cuando piensas en mí.

No a la guerra

Los pétalos se queman como las alas de aquella ave que el cielo cruza, al mar las balas caen así como la muerte pasa a formar parte de la vida, en el suelo mucha sangre se derrama y en el aire solo gritos, miedo, odio y pólvora se huelen con sinónimo de paz, la alegría es solo una palabra fugaz que no concuerda con la realidad, armas, bombas y la lucha por el elixir negro son signos de que la guerra no acabará.

Ahora sabemos que el futuro si esta escrito en las piedras, a quienes les dimos la potestad han convertido nuestro planeta en guerra. . .

Y vivimos.

Y vivimos… muriendo en cada huella guardada por el presente y borrada por el pasado, marcando en la tristeza los sentimientos mas puros, donde la risa, choca con la vida y su eco es el llanto; donde las flores crecen para adornar con pétalos marchitados el campo, y expira la alegría que un día se guardo, y la agonía pasa a formar parte de cada vida, donde no sobrevive el mas fuerte, sino el que resignado cobija en su alma el renacer del día a día para seguir luchando.

Si has de marchar

Hazlo ahora que verdes aun son las hojas que no pierden su brillo, hazlo en sigilo, que no sientan mis brazos la soledad de tu olvido.

Si has de marchar, no te preocupes yo seguiré recorriendo el camino, aunque sin tus huellas me siento perdido.

Si has de marchar, no te lleves mis suspiros, pues me harán falta cuando bajo la triste luz de la luna, se hagan secar mis lágrimas en el tiempo y sean mis suspiros el único ademán que quede hacia ti

Si has de marchar, no esperes de mis ojos olvido, quedaras como el cielo estrellado al cual siempre miro, en la sombra del espacio que dejas vacío, en el beso enamorado que resignado a muerto de soledad, pero si en verdad has de marchar, déjame un eterno abrazo con el cual me he de cobijar, una mirada que mienta amor, una caricia obligada, unas palabras sumergidas en falacia diciendo que volverás.

Si has de marchar, realmente no lo harás, quedaras en el recuerdo, en mis manos vacías, en mis ojos que luchan por mantenerse cerrados, para mantenerte a mi lado. . .

Te he de encontrar

Te he de encontrar, no tengo un camino para buscarte, mas, se que allí estás, las estrellas serán mi guía, la luna me seguirá en su desvelado camino y el sol me dará su brillo.

En algún lugar debes estar, recorreré el casi infinito mar, por la superficie o en su profundidad, revisare coral por coral, en cada estrella de mar, en cada grano de arena que la profundidad no ha logrado mojar.

Le preguntare al camino si te ha visto pasar, al viento que tu rostro a tocado, a las agonizantes huellas que ya morirán, les preguntare por ti, si te han acompañado.

Si vives en mis sueños tienes que existir, si te puedo soñar en algún lugar debes estar, te puedo sentir y si es así viviré para caminar, volar o nadar, el infinito no tendrá final, y si allá estas, no me he de cansar, te he de encontrar.

Aquí Te Espero

En esta esquina fría, en este duro suelo, con estas manos aun vacías y en la noche bajo el oscuro cielo.

Porque el frío solo llega si no estas conmigo, y es que si no estas mi lápiz no tinta, y para verte mis ojos se ocultan en el sueño.

Como espera el verano al invierno, como espera el pescador con su orgulloso anzuelo, como admira el poeta el horizonte en su atardecer el sol caer y volar la luna al infinito cielo, como espera el trovador que nazca la rosa, como espera aquella boca el anhelado beso, como el marinero espera su puerto, como espera la utopía a que nazca el sueño, como espera aquel farol a que pase el aguacero, como espera cualquier amante vida mía, como espera, aquí te espero.

Crónica de una salida

Camina hacia el balcón y la suavidad se refleja en sus pasos, sus ojos de rojo color tocados por unas lagrimas ven la ciudad cobijarse en la neblina, con la misma serenidad siente gotas frías por sus mejillas rodar y en la vieja madera con la naciente luna se ven como estrellas brillar sin emoción alguna.

Bebe de su copa rota, lo único que por instantes calma su agonía, deja en cada trago rojas gotas llenas de recuerdos, recuerdos que plenan su dolor que acaban poco a poco con sus días.

Se desvanece en la oscuridad de sus pensamientos, su cabeza alzada al cielo saboreando su desconsuelo, bebe nuevamente de su copa transparentemente casi vacía lo que queda del elixir para el sufrimiento.

Se oculta en la esquina del balcón cobijándose en la madera fría, siente latir poco a poco su corazón que se resigna al dolor, que se resigna a la caída.

La copa levanta y le hace volar contra la pared quedando en el suelo pedazos de vidrio parecidos ha lo que queda del corazón aquel.

Toma del suelo pedazo de lo que fue una copa le observa como observa la vieja ciudad que siempre le fue tan ajena.

Siente nuevamente por sus mejillas como corren sus penas, su alegría apenas se reduce a la oscuridad que reside en aquella enorme ciudad.

Contempla con tristeza y resignación el brillo de las estrellas, siente tan poca la vida como la luz que irradian los faroles, como el brillar de la luna aquella que por inercia no deja de contemplar.

La brisa con sumo dolor le aviva el sufrimiento, no saca de su pensamiento lo que queda de la copa rota, se relaja asumiendo la derrota que poco a poco y que una gota tras otra le van consumiendo.

Vislumbra con detenimiento el filo casi transparente que detiene entre sus dedos, cual apasionado pintor traza con detenimiento aquella línea que tiñe de rojo su mano y hace de su corazón un latir lento.

El tiempo jugando con su agonía sonríe a aquel momento y hace de su andar un caminar lento, no refleja sus rostro algún sufrimiento, sabe que si se levanta lo ha de intentar otro día, para que postergar la venida de aquel momento.

Su tristeza ha salido y tiñe de rojo el suelo, hasta el viento ha tornado de otro color, el frio envuelve aquel balcón y embelesa la luna su rostro de blanca pasión.

Siente como se escapa la vida de su interior, sus lágrimas ya no ruedan mas pues, no existe el martirio del día a día, su alegría ya le dijo adiós, ahora es su corazón quien despide con lento ademán su marcha de dolor.

Sus ojos poco a poco se van cerrando así como el atardecer lentamente le da paso a la noche fría, y se ausenta lo que muchos dirían fue una vida, pero para este ya fallecido ser solo fue agonía entre sus tantas falsas sonrisas y un enorme padecer...

No te he de olvidar

El verte es sentir que estas lejos, tu presencia se va, aunque te puedo palpar en mis recuerdos, tu presencia no está, aun así no te he de olvidar.

El silencio se acerca tan sigilosamente que sus pasos retumban en mi alma y el cauteloso olvido me recuerda que no estas conmigo, me atropellan cual furia de un astro estelar y aunque mis heridas no sanarán, el sentir en ellas el rojo color de tu ausencia hace que tu presencia no se extinga jamás.

Detesto aquello que siento cada vez que tu ausencia llega hasta mis ojos y mis manos tocan tu piel en la plena soledad, aun así, no te he de olvidar.

En sueños y vida

Otro sueño que olvido, pasan los días y no caigo en recuerdos, será verdad que vivo y muere el recuerdo en el pasado, o tal vez e soñado algo que no he vivido.

Otro sueño que vivo, pero ¿Por qué no recuerdo? Que habrá pasado, será que abro mis ojos, o en ese momento los estoy cerrando

El tiempo es un ave veloz que atraviesa el mar del destino, forjando en su vuelo fuerza en su alma y olvido en su trino.

El sueño una vida paralela de miles e infinitos caminos, alegres caminares y tristes derrotas, sucesos que al abrir los ojos tal vez hubiese sido mejor dejarlos descansar, se ha olvidado, por mas que quiere recordar.

Tal vez vuelas, o solo amas sin ojos de juicio, tal vez solo ríes en la punta del precipicio o simplemente no existe la pena, el vicio no es un círculo y vives por solo horas, minutos o segundos una vida plena.
Otro sueño que persigo, la vida son solo pocos instantes que plenan un alma vacía, será que el letargo del sueño forma parte de la vida o solo vivimos un sueño en una mínima savia.

La espera

Se impacienta su alma por la larga espera, la soledad a su lado cobija una sonrisa que en silencio le desespera.

A lo lejos extiende su mirada, pero aun no le puede ver, el tiempo pasa lento como contando sus pasos, mientras a su alrededor el mundo camina apresurado, aun no está y necesita su presencia, le quiere a su lado.

No encuentra que pensar, solo se pregunta ¿Por qué aun no llega? En su espera mucha gente ve pasar y en todos lados imagina ver su presencia.

El tiempo en su reloj ve andar y esto le inquieta, mientras sus manos unidas siente sudar, no puede tenerlas quietas.

No sabe si su imaginación aun crea siluetas o en verdad ve su presencia cerca, sus manos seca y es una sonrisa lo que se ve nacer, a muerto la espera pues así tenia que ser.

El tierno saludo que va unido a las miradas se puede ver, y se escapa una pregunta:
-“¿te he hecho mucho esperar?”
–No, para nada, acabo de llegar.

20 Minutos

Me senté a su lado y no pude denotar el tiempo caminar, observaba los demás carros velozmente pasar, y por la acera marchaban muchas personas, algunas en compañía, algunas a sola, si le observaba a mi lado simplemente agonizaban los segundos, los minutos, las horas.

Me senté a su lado y me preguntaba porque camina el tiempo, porque debía morir aquel momento, y sin poderle contemplar no mas de un instante, sólo podía calcar en mis parpados su perfil.

El tiempo apresurado por querer morir, me preguntaba si le faltaba poco para llegar a su destino, me preguntaba si algo le podría decir, me preguntaba si pasaría a ser parte de mi camino.

El sonido de la música, el ruido de los vehículos y el humo que producían, nada, nada de esto existía, toda mi atención estaba sentada a mi lado, y nuevamente le veía, con timidez en mis pupilas que rápido disimulaban, pero sólo ese instante bastaba para alegrar mi día.

¿Alguna otra vez le he de ver? Si. Su imagen siempre estaría, he de recordar el horizonte de su rostro, el ardentía de sus amarillos cabellos, el sol dibujado en sus ojos, y todas las tardes frente al mar le recordaría.

Impredecible como es el futuro me ha dado la noticia que a su destino ha llegado, debo apartarme de su lado para que se pueda bajar, una mirada más le recorre entera, inmutable mi silencio sólo se tira al vacío, estaba soñando estando seguro que no estaba dormido.

Al darme la espalda con una mirada me despido, sigo mi camino recordando 20 minutos que aun no he olvidado y entre estas pocas líneas e plasmado, no quedará en el olvido, me llevo sus cabellos rubios, sus ojos claros y un corazón vacío.

José Angel Buesa - Poema del renunciamiento

Pasaras por mi vida sin saber que pasaste.
Pasaras en silencio por mi amor y, al pasar,
fingire una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte, y jamas lo sabras.

Soñare con el nacar virginal de tu frente;
soñare con tus ojos de esmeralda de mar;
soñare con tus labios desesperadamente;
soñare con tus besos, y jamas lo sabras.

Quiza pases con otro que te diga al oido
esas frases que nadie como yo te dira;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amare mas que nunca, y jamas lo sabras.

Yo te amare en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograre realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozara tus cabellos, y jamas lo sabras.

Y si un dia una lagrima denuncia mi tormento
- el tormento infinito que te debo ocultar -,
te dire sonriente: "No es nada... Ha sido el viento."
Me enjugare la lagrima... y jamas lo sabras!

¿A dónde?



¿A donde va el sentimiento? ¿A donde va el motivo por el cual lucha el guerrero?

¿A donde van esas palabras que no se trago el viento? aquellas que son para toda una vida, y duran solo un momento.

¿A donde va su sonrisa de blanco marfil? o ¿que camino llevan las huellas que no se borraron de la arena, esas que puedes sentir?.

¿A caso el tiempo muere?, o ¿le matamos a cada momento?

¿A donde va su mirada cuando no le puedes ver?

¿A donde va el brillo y la alegría del clavel?, acaso va con el caminante, ese ciego en el camino, ¿¡A dónde!?

¿Donde guardar las caricias?, esas que lo amantes no se dieron, ¿a donde fue su imagen?, esa que siempre conseguías en el cielo y dibujaban las rosas con sus pétalos en el suelo.

A donde va esa lágrima que rueda en sigilo, o ese verso enamorado que resignado ha muerto de soledad.

Donde colocar eso que no tengo y quiero, en verdad tendrá un limite el cielo, pues si es así no lo quiero, a donde ir con su recuerdo, tal vez al mar y hacerle a lo profundo nadar, que hacer con soñar y no poder vivir, ¿será mejor los ojos abrir o en la densa utopía morir?

Recuerdo

Turbia su mirada hacia el cielo infinito abrazando destellos de luz reflejada en su tristeza, su silencio es calma ahogada en un grito.

Frío etéreo que comprueba su ausencia, pero cuando sus ojos cierra, su presencia se calca como marcas de cincel en piedra.

Teme que el olvido le destruya sus recuerdos y se aferra a las huellas de aquel presente que el tiempo a matado.

Su alma ata al pasado como parte de sus días, lo que fue presente lo recuerdas con saladas vivas de su triste ausencia, creando día a día metáforas de una vida.

El Final

Mentira de un inexistente cuerpo ciego ante la realidad de sus pasos.

Circunstancias que las metáforas crean en sí con fin de una vida.

Sus palabras se asfixian al ser creadas.

Latidos sin sonido de vida, vacío palpable en su inmensa soledad.

La realidad de aquello que murió en el tiempo, que ya no existe, el presente que sus ojos vieron quemar mientras rodaban por sus mejillas la agonía que precede el final.

Me pregunto.. ?

¿Qué tan largos son los días?

¿Qué tanto podía hacer con mi vida si no te conocía?

¿Qué tanto podía pensar si no existías?

¿Qué tanto podía hablar si de mi boca tu nombre no salía?

¿Qué tanto podría caminar sin tu compañía?

Ahora no estoy seguro si antes de tu llegar a mi vida yo existía…

Si te tuviera

Si algún día la dicha tuviera, de abrazarte y poder reflejarme en tus ojos mataría el tiempo o le congelaría, apartaría las nubes del cielo para que dios te viera, nacería mi dicha si realmente pudiera tenerte entre mis manos así como una rosa, amarte como ningún otro puede quisiera...

Recordar

El presente es recordar que a mi lado no estás; y el futuro es recreado con retazos de lo que tus ojos me dan cuando fijamente te miro, te siento, pero no estas.

Que es quererte si a mi lado no estas, el buscarte significa no encontrarte, el pensarte no tenerte, el saber que estas ausente.

Perpétua tu presencia en mi mente, miento al pensar que no estas, tu presencia no me das y mendigo al pasado tus manos para que me abrasen fuerte.

Palabras revolotean en mi mente con el frío ardiente de la soledad, te escucho hablar, puedo hasta sentir tu mirada y temblar con la profundidad que ello genera, pero no estas…

No podré

No, no podré, tu presencia no la puedo borrar, te veo hasta en la oscuridad, estas hasta en mi soledad, tus profundos ojos, tu ondulado cabello, tu caminar.

No, no podré, tus recuerdos acarician los restos de mi alma que dejastes al desvanecer, al aparecer tu ausencia se marchan mis verdades.

No, no podré, tu aroma no se va, el tiempo y el viento me dicen que aquí estas.

Tus recuerdos son mínimas gotas que mantienen vivo este manantial, no, no te he de olvidar…

Aunque dure un Instante

Aunque dure un instante, pasaría toda una vida por mis manos si pudiera tocarte.

Aunque dure un instante el momento en que mis ojos te contemplen y mis manos tiemblen como ondas de mar, en esa eternidad de un pequeño momento, no me sentiré vivo ni tampoco muerto mientras mis ojos puedan mirarte.

Aunque dure un instante rosas rojas nacerían si te viera sonreír; y es que te puedo sentir en mis pensamientos, en la brisa que llega hasta mí, en cada paso que doy, en cada suspiro, despierto o dormido pienso en ti, si pudiera besarte, aunque dure un instante y te vallas de mí.

Existir

Estar es saber que somos aquello que vamos forjando al andar

Los días pasan y las huellas se van creando en nuestras vidas, un sol y una luna que nos envuelven, alegrías y tristezas que nos enseñan, el silencio y el movimiento de palabras que en el aire vuelan, miradas que dejan de existir, un inicio o tal vez un fin, el existir o el aparentar ser, el querer y desvanecer del sentimiento, caminos que al recorrer vamos creando, días que al existir van muriendo y simas que día a día vamos subiendo o de las cuales vamos cayendo, presencias y ausencias como metáforas de una vida.

Te llevo conmigo

Te llevo conmigo… como el negro cabello que corto y vuelve a crecer.

Como el nacer y morir de un día y al otro día se ve amanecer.

Como los pensamientos de un ayer.

Como mis ojos que no te pueden ver.

Te llevo conmigo… como la lluvia que se deja caer y hace las flores crecer.

Como la luna su madurez y el pasto su reverdecer.

Te llevo conmigo… cual niño su inocencia, y aun cuando no tengo tu presencia, te llevo conmigo.

La vida sin amor

Una semilla es insignificante si hablamos de cualquier árbol, pero no el de la felicidad y el amor; y es que cuando se siembra, la esperanza de su frondosidad son muchas, pero la lucha por sobrevivir debe ser constante, debe ser regada con cariño y comprensión, el amor si se descuida rápido marchita, mas si es cuidado las fronteras son mas pequeñas que las líneas de las manos, y lo que parece imposible el amor lo hace posible.

No importa lo alto de la montaña, ni lo profundo del mar, no hay lugar, sitio o rincón donde el amor no pueda llegar, para él dificultad es sinónimo de meta y antónimo de imposibilidad y es que la vida sin amor no es real.

Adiós

Látigos de momentos ya vividos golpean tan fuerte que las heridas no cicatrizan y queda la marca de tu olvido.

Y te vas, dejando palabras que golpean, haciendo de nuestro presente un pasado maltratado, con un frió adiós atado.

Te recordaré, inexorablemente lo haré, tu presencia la dibujare solo de bellos recuerdos vividos.

De mi, hasta los sueños sin usar te di, mis anhelos, mis huellas sin marcar, mis pasos firmes sin andar, el sonar de mis latidos llenos de ti.

Fui la gota de felicidad que derramaste de tu vida y no podrás recoger, tal vez con ellas hubieses saciado tu sed de alegría.

Ahora solo serás esa foto en el baúl de los recuerdos que ni querré ver, serás solo referencia a un cariño que has matado, que tu incomprensión y desamor han acabado, ya no estoy a tu lado. ¿Seguro ahora eres feliz?, ¿o has errado?

Se ha marchitado una flor, pero la vida es un jardín, no eres necesaria para mí, puedo vivir sin ti. No serás la nube que opaque mi luz de alegría, ni tampoco mi agonía. Hasta nunca… te dejo ser feliz...