Amada mía, traigo en la piel el calor de tus días, en ti corren los niños descalzos jugando a la pelota, es primavera tus ojos y ese invierno que desconozco tu sonrisa.
Amada mía, soy ilota leal a ti, como la montaña en otoño y el llanero a su sabana, como el pescador al anzuelo y la madre a los sueños de sus hijos que descansan.
Amada mía, quiero conocerte toda, recorrerte, vivirte, bañarme siempre en tu esperanza, caminar tus calles, tus senderos y valles.
Naciste en mi corazón con el primer latido mi amada, mis sueños viven en ti para disipar la niebla de tus laderas, mi amor vive en ti y me consuela
¡CUANTO TE AMO VENEZUELA!
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